En ocasiones, algunas ilusiones se cumplen y mi poemario "Tizas Negras" (José Toledo) anda buscando sus lectores. Toledo es mi apellido materno y no significa una renuncia al Fernández, que me entronca con mis bisabuelos asturianos, de los que me siento muy orgulloso ¡Asturias me fascina!; pero el nombre completo era algo extenso y Toledo es la madre del poema y del cordero, menos común y algo sefardita singular.
Chiado editorial lo ha puesto en la calle y en la web, por lo que les estoy muy agradecido. Lo podéis encontrar al razonable precio de 10 euros o algo menos en La Casa del Libro.
Para compartir mi alegría, voy a obsequiaros con dos poemas incluidos en el libro y así os hacéis una idea sobre los contenidos. He dividido el poemario en tres apartados, acorde a la temática de los poemas:
Tizas Negras, Tizas de Colores y Tizas Pardas. Un total de 47 poemas y un excelente prólogo del pintor, erudito y también poeta, Toni Pons.
El primero que os voy a transcribir es uno dedicado a la muerte del poeta José Agustín Goitisolo, musicado por numerosos cantautores, de cuyo fallecimiento justo se cumplen los 15 años este mes de marzo y autor de afamados poemas como el que le dedicó a su hija: "Palabras para Julia".
Esta vez las palabras son para ti, no para Julia
Cuando se te cayó el cuerpo a la calle
sólo su sombra llegó al pavimento,
tu alma había ya migrado en el tiempo,
al país de quién sabe donde.
Nunca te gustaron los disfraces,
siquiera el de hada madrina,
al poeta le llagan las verdades,
y al poder da vida la mentira.
Cuando se te calló el cuerpo a la calle
te doliste del lado izquierdo,
ese costado que gangrena a tu gente,
lobito bueno de ayer, hoy triste rebaño.
Nunca te gustaron los disfraces,
ni los títeres, ni los ídolos de barro,
tu espíritu no estaba para veleidades
y tu muerte ha sido todo un despilfarro.
El que viene a continuación lo escribí de un tirón para compartir la vivencia del ciudadano que pasea su soledad en un lugar tan hermoso como concurrido, la calle Pelayo en su confluencia con la plaza Catalunya y el inicio de la Rambla de Barcelona, esa que Ernest Hemingway definió como la calle más bonita del mundo.
De Pelayo hasta La Rambla
Cada cual pasea sus adicciones
del brazo de su sombra eventual,
algo me dice que nada persiste
salvo la persistencia;
rastreo mi presencia en las micciones
de los perros y el olor a alquitrán
me sugiere que el amor aún existe
envuelto en cartón, quizá celofán.
Doblo el cuerpo hacia La Rambla,
Canaletas se desborda y me salpica,
cuantos más luceros brillan
más las mentes dormitan;
los colores descosen sus orillas
y el vacío interior se multiplica.
Ya nadie restriega los gargajos
ni apaga sus colillas,
ya nadie se roza y si te tocan,
te roban la plata y la sonrisa.
Me asomo a tus ojos
buscando la salida,
pero mi voz se declina
en lenguas más muertas
que vivas.
Se cansa uno de andar despacio,
se cansa uno de amar deprisa,
se cansa uno del amarillo topacio
y de quebrar tantas aristas.
Se cansa uno de cansarse,
mientras la ciudad sueña con ser aldea
para poder algún día acostarse.
Deseo que os agraden y que disfrutéis del poema de la primavera, que en otras latitudes será su otoño y en la geografía del alma, una única estación, la del tren del amor, que nunca parta. Un abrazo a todos en tiempos de guerra sin trincheras.
Escritos de psicología y de opinión de un Psicólogo Clínico formado en Ciencias Sociales y Políticas
domingo, 30 de marzo de 2014
lunes, 10 de marzo de 2014
El niño que sólo podía ser el primero (1ª carrera)
Una encantadora mamá, cuya separación matrimonial la pilló por sorpresa, cuando el hijo en común apenas alcanzaba el año de vida, me explicaba en la última sesión una escena que fue dolorosa para ella.
Nunca es fácil para los padres manejar la situación cuando agreden a tu retoño ante tus propios ojos. No me refiero a ese tipo de agresiones como la habida en Sabadell (Barcelona) entre dos niñas adolescentes de 13 y 15 años, cuya energúmena agresora se merece un buen escarmiento y quizá, también una terapia.
Otro tema es qué hacer con Facebook cuando actúa asimismo de sádica retina que perpetúa unas imágenes que mantendrán la herida abierta en la víctima y seguirá causando escarnio en ella durante mucho tiempo, aunque los voyeurs de turno hayan dirigido la atención a la siguiente monstruosidad que está por llegar. Una especia de día de la marmota del sufrimiento de una persona, como algo imborrable y de perlaboración imposible.
Es inadmisible y una vergüenza que Facebook se niegue a retirar el susodicho vídeo. No me canso de repetir aquello de que estamos en un mundo de locos, de todas las edades, nacionalidades y patologías; la aparentemente inevitable globalización de la estupidez humana.
Tras este breve exordio, volvamos al objeto de observación. Estamos hablando de niñ@s de 3 o 4 años. A mi paciente le habían pedido el favor de acompañar al hijo de unos vecinos a la escuela durante unos días, en tanto se recuperaba el padre de una lesión muscular.
Ella se ofreció de buen grado y fue ya en las proximidades del recinto que su hija y el otro muchacho iniciaron espontáneamente una carrera para ver quién llegaba primero a la entrada. La niña fue algo más rápida y cuando el "principito destronado" constató la derrota, empotró violentamente a la joven dama contra la pared, al tiempo que le espetaba enfurecido: "TENÏA QUE GANAR YO" ¿?
La madre reaccionó pausadamente reprendiendo al niño por su comportamiento, haciéndole ver que unos días se gana y otros se pierde. La maestra, al ser conocedora de los hechos, reaccionó de forma similar: ¡si has perdido, te aguantas, otro día puede que ganes tú!
HAY DERROTAS SIN SEGUNDA OPORTUNIDAD (Sprint final)
En aquellos momentos de la terapia se preguntaba si su relación de pareja había sido un paseo de la mano de alguien, que supuestamente la amaba, o una especie de competición sin sentido.
Le pregunté si la mamá de este niño estaba embarazada, a lo que respondió afirmativamente: sí, de 8 meses.
Yo trataba de buscar algún sentido que explicase (no justificase) la conducta del pequeño.
Para llegar a esta sencilla pregunta, que no es sino una hipótesis indagatoria en busca de sentido, hace falta una cierta capacidad de "rêverie" y experiencia clínica que te permita conjeturar sobre la fantasía inconsciente que actúa induciendo una determinada conducta. La fantasía o, si lo prefieren, el pensamiento inconsciente, esconde una fuerte angustia en el niño, sin que éste se percate de ello.
Tiene unos padres de éxito en sus respectivos trabajos. Siempre muy ocupados. Apenas disponen de unos minutos al día para estar con su hijo, limitándose a darle de cenar y acostarlo. Ni un minuto para jugar con él. Un niño "abandonado", que sabe que viene otro "rival" de camino, que le va a quitar su sitio de "único".
Un futuro bebé al que la unidad originaria parental aún no le ha creado un lugar entre ellos, pues ni se habla en casa del que está por venir ni, a un mes vista, tiene preparado su nido. Un bebé que viene fruto de una planificada hoja "excel" de ruta en la vida y no de la confluencia del amor creativo de la pareja.
Un bebé en el vientre de una mamá de pensamiento operatorio (falto de riqueza simbólica), sin capacidad de "rêverie" (Bion) (incapaz de conjeturar sobre los deseos y necesidades emocionales del otro). Y no es que le falte nada en su cerebro, simplemente carece de un "software" emocional que su propia madre no pudo trasmitirle, porque también en ella faltaba.
Alexitímica dirían otros profesionales, aunque yo prefiero entenderla desde la perspectiva "bioniana". Muchos se contentarían con ver en este niño a un futuro mal tratador y someterlo a los protocolos de modificación de conducta que aplican los psicólogos cognitivo-conductuales. Modificar la conducta sin comprender qué pasa, esa es la mejor manera de no curar y fabricar un resabiado.
Si nada lo remedia, su madre parirá el bebé que lo va a echar del falso trono, al que está encaramado, con el consiguiente incremento del abandono y el añadido sufrimiento de los celos.
Sus conductas serán cada vez más agresivas e incontroladas y se mostrará incapaz de posar el culo en sitio alguno, como ocurre con casi todos los niños que no disponen de un asiento estable en la cabeza-pecho materna. En unos cuantos años será diagnosticado de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y atiborrado de anfetaminas.
Cuánta razón tienen el Dr.Pérez-Sánchez y la Dra. Chbani de la Asociación Bick España (A.B.E), cuando afirman que una correcta observación de los bebés y su seguimiento en los primeros años de vida, evitarían con una pronta y eficaz intervención, la gestación de patologías que van a condicionar seriamente la futura vida de estos mini sujetos en evolución y crecimiento.
A este niño de 4 años hay que preguntarle por qué estaba obligado a ganar (una sola opción) y qué significa para él perder un lugar, ante la inminente llegada de un hermanito, que él vive con angustia persecutoria y gran amenaza a su integridad. Una breve intervención en estos momentos evitaría muchos problemas que se vislumbran en un futuro no muy lejano y cuestionan también la permanencia de una pareja sostenida por el bienestar material.
Ese eficaz y puntual abordaje es la diferencia fundamental entre quitar los palos de la rueda que impiden crecer o cronificar una pesadilla por la senda del Rubifen. Pero el sistema se prepara para esta segunda vía que, siendo la peor indicación, precisamente por eso, mueve mucho más el dinero de un lado para el otro, ¿no radica en eso la vida de hoy en día, que el dinero circule entre los que lo tienen del norte al sur y del este al oeste? ¿A quién preocupan las fantasías temerosas y angustiosas de una indefensa criatura de 4 años? ¿A quién le interesa saber que si no es el primero, no será nada ni nadie? Que se juega su ser o no ser en el mundo.
Nunca es fácil para los padres manejar la situación cuando agreden a tu retoño ante tus propios ojos. No me refiero a ese tipo de agresiones como la habida en Sabadell (Barcelona) entre dos niñas adolescentes de 13 y 15 años, cuya energúmena agresora se merece un buen escarmiento y quizá, también una terapia.
Otro tema es qué hacer con Facebook cuando actúa asimismo de sádica retina que perpetúa unas imágenes que mantendrán la herida abierta en la víctima y seguirá causando escarnio en ella durante mucho tiempo, aunque los voyeurs de turno hayan dirigido la atención a la siguiente monstruosidad que está por llegar. Una especia de día de la marmota del sufrimiento de una persona, como algo imborrable y de perlaboración imposible.
Es inadmisible y una vergüenza que Facebook se niegue a retirar el susodicho vídeo. No me canso de repetir aquello de que estamos en un mundo de locos, de todas las edades, nacionalidades y patologías; la aparentemente inevitable globalización de la estupidez humana.
Tras este breve exordio, volvamos al objeto de observación. Estamos hablando de niñ@s de 3 o 4 años. A mi paciente le habían pedido el favor de acompañar al hijo de unos vecinos a la escuela durante unos días, en tanto se recuperaba el padre de una lesión muscular.
Ella se ofreció de buen grado y fue ya en las proximidades del recinto que su hija y el otro muchacho iniciaron espontáneamente una carrera para ver quién llegaba primero a la entrada. La niña fue algo más rápida y cuando el "principito destronado" constató la derrota, empotró violentamente a la joven dama contra la pared, al tiempo que le espetaba enfurecido: "TENÏA QUE GANAR YO" ¿?
La madre reaccionó pausadamente reprendiendo al niño por su comportamiento, haciéndole ver que unos días se gana y otros se pierde. La maestra, al ser conocedora de los hechos, reaccionó de forma similar: ¡si has perdido, te aguantas, otro día puede que ganes tú!
HAY DERROTAS SIN SEGUNDA OPORTUNIDAD (Sprint final)
En aquellos momentos de la terapia se preguntaba si su relación de pareja había sido un paseo de la mano de alguien, que supuestamente la amaba, o una especie de competición sin sentido.
Le pregunté si la mamá de este niño estaba embarazada, a lo que respondió afirmativamente: sí, de 8 meses.
Yo trataba de buscar algún sentido que explicase (no justificase) la conducta del pequeño.
Para llegar a esta sencilla pregunta, que no es sino una hipótesis indagatoria en busca de sentido, hace falta una cierta capacidad de "rêverie" y experiencia clínica que te permita conjeturar sobre la fantasía inconsciente que actúa induciendo una determinada conducta. La fantasía o, si lo prefieren, el pensamiento inconsciente, esconde una fuerte angustia en el niño, sin que éste se percate de ello.
Tiene unos padres de éxito en sus respectivos trabajos. Siempre muy ocupados. Apenas disponen de unos minutos al día para estar con su hijo, limitándose a darle de cenar y acostarlo. Ni un minuto para jugar con él. Un niño "abandonado", que sabe que viene otro "rival" de camino, que le va a quitar su sitio de "único".
Un futuro bebé al que la unidad originaria parental aún no le ha creado un lugar entre ellos, pues ni se habla en casa del que está por venir ni, a un mes vista, tiene preparado su nido. Un bebé que viene fruto de una planificada hoja "excel" de ruta en la vida y no de la confluencia del amor creativo de la pareja.
Un bebé en el vientre de una mamá de pensamiento operatorio (falto de riqueza simbólica), sin capacidad de "rêverie" (Bion) (incapaz de conjeturar sobre los deseos y necesidades emocionales del otro). Y no es que le falte nada en su cerebro, simplemente carece de un "software" emocional que su propia madre no pudo trasmitirle, porque también en ella faltaba.
Alexitímica dirían otros profesionales, aunque yo prefiero entenderla desde la perspectiva "bioniana". Muchos se contentarían con ver en este niño a un futuro mal tratador y someterlo a los protocolos de modificación de conducta que aplican los psicólogos cognitivo-conductuales. Modificar la conducta sin comprender qué pasa, esa es la mejor manera de no curar y fabricar un resabiado.
Si nada lo remedia, su madre parirá el bebé que lo va a echar del falso trono, al que está encaramado, con el consiguiente incremento del abandono y el añadido sufrimiento de los celos.
Sus conductas serán cada vez más agresivas e incontroladas y se mostrará incapaz de posar el culo en sitio alguno, como ocurre con casi todos los niños que no disponen de un asiento estable en la cabeza-pecho materna. En unos cuantos años será diagnosticado de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y atiborrado de anfetaminas.
Cuánta razón tienen el Dr.Pérez-Sánchez y la Dra. Chbani de la Asociación Bick España (A.B.E), cuando afirman que una correcta observación de los bebés y su seguimiento en los primeros años de vida, evitarían con una pronta y eficaz intervención, la gestación de patologías que van a condicionar seriamente la futura vida de estos mini sujetos en evolución y crecimiento.
A este niño de 4 años hay que preguntarle por qué estaba obligado a ganar (una sola opción) y qué significa para él perder un lugar, ante la inminente llegada de un hermanito, que él vive con angustia persecutoria y gran amenaza a su integridad. Una breve intervención en estos momentos evitaría muchos problemas que se vislumbran en un futuro no muy lejano y cuestionan también la permanencia de una pareja sostenida por el bienestar material.
Ese eficaz y puntual abordaje es la diferencia fundamental entre quitar los palos de la rueda que impiden crecer o cronificar una pesadilla por la senda del Rubifen. Pero el sistema se prepara para esta segunda vía que, siendo la peor indicación, precisamente por eso, mueve mucho más el dinero de un lado para el otro, ¿no radica en eso la vida de hoy en día, que el dinero circule entre los que lo tienen del norte al sur y del este al oeste? ¿A quién preocupan las fantasías temerosas y angustiosas de una indefensa criatura de 4 años? ¿A quién le interesa saber que si no es el primero, no será nada ni nadie? Que se juega su ser o no ser en el mundo.
sábado, 1 de marzo de 2014
La palabra que dice y la que no (1ª hornada)
"El lenguaje es más útil para expresar el mundo externo que el interno" Así lo consideraban acertadamente W.R. Bion y Donald Meltzer. Sin embargo, dicha dificultad no obsta para que tratemos de respetar las palabras y hagamos un uso correcto de ellas, es decir, que escojamos aquellos significantes cuyo significado más se aproxime a la "mi verdad" que quiero transmitir. O visto desde otro vértice diríamos que hay un ser, nuestro ser, que necesita manifestarse para "ser" y que tropieza con la dificultad de tener que encontrar palabras que expresen lo que piensa y lo que siente. He de ser lo que digo, un ser de palabra.
La palabra está hoy en día totalmente devaluada, se utiliza de forma soez para denigrar al semejante, cuando no es usada al servicio de las defensas como parapeto para esconder la verdad, degradarla, camuflarla o edulcorarla. Sin ir más lejos, ayer noche en el noticiero dedicaron más de dos minutos a mostrar como se volvía a extender el uso de la heroína, incluso entre gente famosa y adinerada (en la década de los ´60 era la droga de los pobres desgraciados, del lumpen proletariado). Tras recordarnos cómo se preparaba una dosis de "caballo" y el correcto uso del elástico comprimiendo el brazo para hinchar bien la vena, a fin de clavar la hipodérmica.
El único comentario "crítico" fue: ¡se han disparado todas las alarmas!. La gente escucha todo esto y se queda tan pancha, ¡qué alarmas ni qué niño muerto!. Se evidencia el manejo torticero y perverso del lenguaje. No existen tales alarmas, aun siendo una forma gráfica de expresarse. Ni a los políticos, ni a los médicos, ni a Sanidad le importa un pito que la gente se quede frita con la aguja colgando de la arteria humeral, justo a la altura donde le hacemos un corte de mangas a todo lo que nos ofende o nos jode.
A los telebulímicos espectadores ya no les alarma nada, se lo tragan todo porque no pueden creer en nada ni en nadie, porque las palabras ya no destilan verdades ni los por qués de las cosas. Los noticieros son auténticos pirómanos de micro incendios, que mantienen a la gente angustiada y a la vez conforme, pues según te lo presentan, todo podría ir a peor. ¡Virgencita, virgencita, que me quede como estoy!, como decía el chiste al uso.
¿Habló alguien de Afganistán y de su guerra del opio? ¿Habló alguien de las mafias que manejan el cotarro de la heroína y sus múltiples beneficiarios? NO. No se busca dar argumentos para que la gente piense o saque sus propias conclusiones, sino para que el amormado espectador exclame ¡ostras!, y apenas tragada esa aldaba, le endiñen otra a continuación, aunque en este caso se trató de un escueto comunicado de apenas diez segundos, en torno a una manifestación en Madrid contra los "merecidos" recortes a nuestro ya de por sí famélico bienestar. Y es que el español de a pie ha nacido pobre para morirse pobre, por el bien de un selecto club de hidalgos clase A senator.
Todo esto que os digo no son más que "flatus vocis" (palabras sin significado, que decían los latinos), puesto que no van a servir para nada, en un pueblo que está angustiado, asustado y acobardado. El pueblo español, aparte de ser tratado como una mierda, ha sido muy maltratado, tanto que ya no se puede esperar de él que sea el motor de cambio de nada. Triste pero real. Para no caer presa del pesimismo total, me gustaría finalizar con la transcripción de una carta a El Periódico de un tal J.J. López Ferrer, el pasado 17 de febrero de 2014. Considero que se trata de una brillante muestra de lo que debe ser el lenguaje que "dice", que transmite, que comunica, que invita al pensamiento y a la reflexión. Mi sincera felicitación:
LAS DOS ESPAÑAS. La España dogmática, agria, rancia, gris y casposa; de genuflexión fácil, de cilicio, cruces, besamanos, marquesados y pernadas, intolerante con el de fuera y rencorosa con el de dentro, ruda, chillona e ignorante, amante de sus necedades y ciega de valores, austera con el pobre y complaciente con el rico... La España que se ríe del extranjero del norte y del moro del sur. Esa España se revuelve con atroces coletazos y déspotas mentiras. La España proxeneta de sus diferencias, atónita de sus verdades, casta y pura a golpe de rezo con arrepentimientos amorfos, burda, rota, anémica y ronca... Esa España levanta su sable y taconea sus excesos entre el rechinar de sus colmillos mirando de reojo varias partes del redil que no se siente hispano. La España que se olvida de Baroja, Machado, Gasset, Lorca, Aleixandre, Inclán y Orwell, exaltada por sus letras, sometida por sus recelos, cándida con sus normas, olvidadiza con sus muertos...Esa es la España de mis temores, de mis sospechas.
La otra España que está en pie, variada de gentes, babel de culturas, palpitante de esperanzas, que perdona sus errores y se levanta en sus caídas, gentil y acogedora, dulce con el extraño y crítica con el desamor. Una España que comprende, que tolera, que nunca niega el pan; la España del debate, inspiradora de nobleza sin pedigrí, afable y cálida, humana, sureña y norteña, atlántica y mediterránea, emigrante e innigrante; la España mezclada, simbiótica, caleidoscopio de gentes; la España del hola, del adiós, del "agur", del "adéu", del hasta pronto, del nos vemos...Esa España impregnada de sentido, que sueña, siempre recelosa de quien manda, que llora y recuerda a sus muertos anónimos y aprende de su historia, que interpreta su teatro sin guión, que vive, que respira y deja respirar; esa es la España con la que quiero caminar".
Chapeau!! Se puede decir más fuerte pero no más claro. De esa España de la primera parte de la carta, yo también me quiero separar. Ni soy ni pienso como ellos, que se busquen otra chepa donde encaramarse. He dicho.
La palabra está hoy en día totalmente devaluada, se utiliza de forma soez para denigrar al semejante, cuando no es usada al servicio de las defensas como parapeto para esconder la verdad, degradarla, camuflarla o edulcorarla. Sin ir más lejos, ayer noche en el noticiero dedicaron más de dos minutos a mostrar como se volvía a extender el uso de la heroína, incluso entre gente famosa y adinerada (en la década de los ´60 era la droga de los pobres desgraciados, del lumpen proletariado). Tras recordarnos cómo se preparaba una dosis de "caballo" y el correcto uso del elástico comprimiendo el brazo para hinchar bien la vena, a fin de clavar la hipodérmica.
El único comentario "crítico" fue: ¡se han disparado todas las alarmas!. La gente escucha todo esto y se queda tan pancha, ¡qué alarmas ni qué niño muerto!. Se evidencia el manejo torticero y perverso del lenguaje. No existen tales alarmas, aun siendo una forma gráfica de expresarse. Ni a los políticos, ni a los médicos, ni a Sanidad le importa un pito que la gente se quede frita con la aguja colgando de la arteria humeral, justo a la altura donde le hacemos un corte de mangas a todo lo que nos ofende o nos jode.
A los telebulímicos espectadores ya no les alarma nada, se lo tragan todo porque no pueden creer en nada ni en nadie, porque las palabras ya no destilan verdades ni los por qués de las cosas. Los noticieros son auténticos pirómanos de micro incendios, que mantienen a la gente angustiada y a la vez conforme, pues según te lo presentan, todo podría ir a peor. ¡Virgencita, virgencita, que me quede como estoy!, como decía el chiste al uso.
¿Habló alguien de Afganistán y de su guerra del opio? ¿Habló alguien de las mafias que manejan el cotarro de la heroína y sus múltiples beneficiarios? NO. No se busca dar argumentos para que la gente piense o saque sus propias conclusiones, sino para que el amormado espectador exclame ¡ostras!, y apenas tragada esa aldaba, le endiñen otra a continuación, aunque en este caso se trató de un escueto comunicado de apenas diez segundos, en torno a una manifestación en Madrid contra los "merecidos" recortes a nuestro ya de por sí famélico bienestar. Y es que el español de a pie ha nacido pobre para morirse pobre, por el bien de un selecto club de hidalgos clase A senator.
Todo esto que os digo no son más que "flatus vocis" (palabras sin significado, que decían los latinos), puesto que no van a servir para nada, en un pueblo que está angustiado, asustado y acobardado. El pueblo español, aparte de ser tratado como una mierda, ha sido muy maltratado, tanto que ya no se puede esperar de él que sea el motor de cambio de nada. Triste pero real. Para no caer presa del pesimismo total, me gustaría finalizar con la transcripción de una carta a El Periódico de un tal J.J. López Ferrer, el pasado 17 de febrero de 2014. Considero que se trata de una brillante muestra de lo que debe ser el lenguaje que "dice", que transmite, que comunica, que invita al pensamiento y a la reflexión. Mi sincera felicitación:
LAS DOS ESPAÑAS. La España dogmática, agria, rancia, gris y casposa; de genuflexión fácil, de cilicio, cruces, besamanos, marquesados y pernadas, intolerante con el de fuera y rencorosa con el de dentro, ruda, chillona e ignorante, amante de sus necedades y ciega de valores, austera con el pobre y complaciente con el rico... La España que se ríe del extranjero del norte y del moro del sur. Esa España se revuelve con atroces coletazos y déspotas mentiras. La España proxeneta de sus diferencias, atónita de sus verdades, casta y pura a golpe de rezo con arrepentimientos amorfos, burda, rota, anémica y ronca... Esa España levanta su sable y taconea sus excesos entre el rechinar de sus colmillos mirando de reojo varias partes del redil que no se siente hispano. La España que se olvida de Baroja, Machado, Gasset, Lorca, Aleixandre, Inclán y Orwell, exaltada por sus letras, sometida por sus recelos, cándida con sus normas, olvidadiza con sus muertos...Esa es la España de mis temores, de mis sospechas.
La otra España que está en pie, variada de gentes, babel de culturas, palpitante de esperanzas, que perdona sus errores y se levanta en sus caídas, gentil y acogedora, dulce con el extraño y crítica con el desamor. Una España que comprende, que tolera, que nunca niega el pan; la España del debate, inspiradora de nobleza sin pedigrí, afable y cálida, humana, sureña y norteña, atlántica y mediterránea, emigrante e innigrante; la España mezclada, simbiótica, caleidoscopio de gentes; la España del hola, del adiós, del "agur", del "adéu", del hasta pronto, del nos vemos...Esa España impregnada de sentido, que sueña, siempre recelosa de quien manda, que llora y recuerda a sus muertos anónimos y aprende de su historia, que interpreta su teatro sin guión, que vive, que respira y deja respirar; esa es la España con la que quiero caminar".
Chapeau!! Se puede decir más fuerte pero no más claro. De esa España de la primera parte de la carta, yo también me quiero separar. Ni soy ni pienso como ellos, que se busquen otra chepa donde encaramarse. He dicho.
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