lunes, 19 de octubre de 2009

"Fort...Da"

Los columpios dejan caer sus brazos
agotados del esfuerzo
por no hundirse en la arena,
y nostálgicos de no salir corriendo
tras la espuma y las risas de los niños,
abstraidos en sus juegos, siempre perversos.


Pesa mucho el manto del invierno
cargado de lentejuelas de hielo
desde que Cronos decretó cadena perpetua
para sus huellas sobre el hierro;
sólo el tren perturba su soledad,
hecha de viento y la mar de silencio.


Para que el columpio avance "Fort"
y regrese "Da", el cuerpo del muchacho
debe permanecer muy quieto
y la ausencia de la madre,
poner su fantasía en movimiento.


...Juego a que mamá
se va y regresa,
mientras yo me columpio
con ansiedad de perderla...


El invierno es el taxidermista del tiempo,
torna en crisálidas la sangre
y viste la playa de desierto,
paso con el tren y me contemplo
a mi mismo guardando turno
tras el niño del carretel.


...Juego a que mamá
se va y no vuelve,
mientras me balanceo
en el regazo de la muerte...


José Toledo. Poema dedicado al niño del carretel, nieto de S. Freud, recientemente fallecido.

1 comentario:

  1. Hacía unos días que me enteré del fallecimiento del nieto de Sigmund Freud,quien con unos 2 años de edad estaba jugando a que lanzaba y recuperaba un carretel en ausencia de su madre. El genio de Freud pudo asociar este juego con el manejo de las angustias de separación. Perdía a su madre y la recuperaba, pudiendo crear un espacio interno de "confianza" en que no la perdía.
    Paseando en tren por la costa del Maresme en Barcelona,la imagen de los columpios desiertos de niños y las playas vaciadas de risas, me evocaron el nacimiento de este poema. Gracias por leerlo.

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