viernes, 27 de febrero de 2015

Reunido el pueblo en asamblea, deciden que.. (1er Yes)

Podemos va a pasar a formar parte de la triste y patética historia de la España "moderna" como el Partido político que peor lo ha hecho todo, antes de hacer nada. Un pésimo gobernante que no gobierna, el Partido de una pandilla de intelectuales delincuentes.

En agosto del año pasado tuvimos la ocasión de asistir a una de las primeras reuniones constituyentes de uno de los Círculos Podemos de Córdoba (un sueño hecho ciudad).  Nuestro Círculo de Molins había echado a andar un par de meses antes que ellos y constatamos que transitaban por idénticos miedos e inseguridades que nosotros.  Teníamos que organizarnos y eso requiere una tarea ingente.

Ponerle carne a las ideas lleva su tiempo; han de sumarse pieles, aunarse voces, modular viejas pasiones, acotar exabruptos y posibles salidas de tono.  Debes sostener la mirada del otro y tender un puente a su verdad, a su realidad, que no coincide exactamente con la tuya, pero no deja de ser una ramificación más del único camino que es la vida para todos, esa vida que llevamos a cuestas.
Comprobamos que también a ese Círculo se estaban adhiriendo algunas personas con oscuras y secretas pretensiones de poder y notoriedad.  Se acercan asimismo algunos  que denotan escasa salud mental.

Todos los contratiempos y zancadillas quedan compensados y mitigados cuando constatas la ilusión que está poniendo la gente en esta faraónica construcción de ingeniería social que es Podemos.  Miles y miles de personas donando millones de horas a la edificación de un proyecto común. Ha vuelto la alegría a sus ojos y sus vidas adquieren un nuevo sentido. Aunque semejante aspiración fracasase, esta experiencia vivida va a serles muy útil e inolvidable.

Amenazados constantemente por el boicot, la denuncia, la calumnia, la propaganda destructiva de los mas media al servicio del poder.  Y es que cuando el pueblo se une se desatan muchos miedos en las altas esferas, que ven peligrar sus privilegios.  El proyecto Podemos me hizo pensar en la Casa del Pueblo de una tribu africana (no recuerdo su nombre), a la que acudían su comité de sabios a deliberar sobre los problemas de la comunidad y se tomaban las decisiones surgidas en asamblea.

Se trataba de una gran choza circular con una puerta de acceso muy reducida y en la que no se podía permanecer de pie, pues su acotada altura no lo permitía. Había que inclinarse para entrar y también para pensar, salvo que tomasen asiento en tierra. Su palabra horizontal como el cuerpo en reposo.
Esa es la Casa del Pueblo que debemos construir, un hogar para todos, a la altura de un hombre en silla de ruedas, como va Pablo Echenique.  Una choza austera, humilde y diáfana, sin leones en la puerta.

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