Varios años con el cinturón de austeridad puesto a tope y "overbooking" a diario en la cueva de Alí-Babá, han generado respuestas sociales, masivas, espontáneas y solidarias.
Podemos en España, Syritza en Grecia. Parece ser que se confirma que en los países donde hace mucho sol, abunda la luz, el buen vino, el aceite de oliva y ricas frutas o manjares, son también los más pobres y menesterosos. No hay como entender bien la vida para practicar la indolencia y el anti calvinismo suizo.
Los países cerveceros y salchicheros son más ricos que nosotros, les da por trabajar un montón y se dedican a fabricar veloces y confortables autos que les acerquen lo antes posible a disfrutar de nuestras hermosas playas y de una asquerosa sangría. Los latinos, que somos más listos, más perspicaces, inventivos y picarones, nos pasamos gran parte del tiempo pensando en cómo ganar mucha pasta sin pegar golpe o en las mil y una triquiñuelas para apoderarnos del dinero ajeno, de la manera más sutil y disimulada posible.
Casi siempre han sido los jóvenes intelectuales quienes, a lo largo y ancho de la lucha de clases, cuando éramos clases en vez de castas, han encabezado los movimientos de lucha contra el poder tiránico dominante, como fue el caso del subcomandante insurgente Marcos, (escribiré sobre él en otra ocasión) que fundó el movimiento zapatista y se atrincheró en la selva Lacandona de Chiapas para defender a los indígenas del abuso y marginación al que era sometido por el Estado mejicano.
Su líder revolucionario, cuyo auténtico nombre es Rafael Sebastián Guillén Vicente, dispara mejor con la pluma (es un excelente escritor, poeta y pensador) que con las balas, cuando aseguraba que: "Es nuestra convicción y nuestra práctica que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes, ni caudillos, ni mesías ni salvadores. Para luchar, sólo se necesitan un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización"
Como quiera que en España no existen selvas donde esconderse, salvo las de los legajos de los juzgados, a los jóvenes universitarios de Podemos, Pablo Iglesias, Pablo Echenique, Íñigo Errejón o Juan Carlos Monedero, no les ha quedado más remedio que pisar el asfalto y los putrefactos cenagales de la casta de derechas y centro derecha, que se han alternado en el poder durante décadas. Dicen que han venido para quedarse y mucha gente, de forma anónima y desinteresada en lo económico, les está ayudando para que así sea. Esperemos que no nos defrauden, disponen del capital de la ilusión y esperanza de cambio de millones de personas y sus réditos se pagan con vidas humanas.
Escritos de psicología y de opinión de un Psicólogo Clínico formado en Ciencias Sociales y Políticas
viernes, 27 de febrero de 2015
Reunido el pueblo en asamblea, deciden que.. (1er Yes)
Podemos va a pasar a formar parte de la triste y patética historia de la España "moderna" como el Partido político que peor lo ha hecho todo, antes de hacer nada. Un pésimo gobernante que no gobierna, el Partido de una pandilla de intelectuales delincuentes.
En agosto del año pasado tuvimos la ocasión de asistir a una de las primeras reuniones constituyentes de uno de los Círculos Podemos de Córdoba (un sueño hecho ciudad). Nuestro Círculo de Molins había echado a andar un par de meses antes que ellos y constatamos que transitaban por idénticos miedos e inseguridades que nosotros. Teníamos que organizarnos y eso requiere una tarea ingente.
Ponerle carne a las ideas lleva su tiempo; han de sumarse pieles, aunarse voces, modular viejas pasiones, acotar exabruptos y posibles salidas de tono. Debes sostener la mirada del otro y tender un puente a su verdad, a su realidad, que no coincide exactamente con la tuya, pero no deja de ser una ramificación más del único camino que es la vida para todos, esa vida que llevamos a cuestas.
Comprobamos que también a ese Círculo se estaban adhiriendo algunas personas con oscuras y secretas pretensiones de poder y notoriedad. Se acercan asimismo algunos que denotan escasa salud mental.
Todos los contratiempos y zancadillas quedan compensados y mitigados cuando constatas la ilusión que está poniendo la gente en esta faraónica construcción de ingeniería social que es Podemos. Miles y miles de personas donando millones de horas a la edificación de un proyecto común. Ha vuelto la alegría a sus ojos y sus vidas adquieren un nuevo sentido. Aunque semejante aspiración fracasase, esta experiencia vivida va a serles muy útil e inolvidable.
Amenazados constantemente por el boicot, la denuncia, la calumnia, la propaganda destructiva de los mas media al servicio del poder. Y es que cuando el pueblo se une se desatan muchos miedos en las altas esferas, que ven peligrar sus privilegios. El proyecto Podemos me hizo pensar en la Casa del Pueblo de una tribu africana (no recuerdo su nombre), a la que acudían su comité de sabios a deliberar sobre los problemas de la comunidad y se tomaban las decisiones surgidas en asamblea.
Se trataba de una gran choza circular con una puerta de acceso muy reducida y en la que no se podía permanecer de pie, pues su acotada altura no lo permitía. Había que inclinarse para entrar y también para pensar, salvo que tomasen asiento en tierra. Su palabra horizontal como el cuerpo en reposo.
Esa es la Casa del Pueblo que debemos construir, un hogar para todos, a la altura de un hombre en silla de ruedas, como va Pablo Echenique. Una choza austera, humilde y diáfana, sin leones en la puerta.
En agosto del año pasado tuvimos la ocasión de asistir a una de las primeras reuniones constituyentes de uno de los Círculos Podemos de Córdoba (un sueño hecho ciudad). Nuestro Círculo de Molins había echado a andar un par de meses antes que ellos y constatamos que transitaban por idénticos miedos e inseguridades que nosotros. Teníamos que organizarnos y eso requiere una tarea ingente.
Ponerle carne a las ideas lleva su tiempo; han de sumarse pieles, aunarse voces, modular viejas pasiones, acotar exabruptos y posibles salidas de tono. Debes sostener la mirada del otro y tender un puente a su verdad, a su realidad, que no coincide exactamente con la tuya, pero no deja de ser una ramificación más del único camino que es la vida para todos, esa vida que llevamos a cuestas.
Comprobamos que también a ese Círculo se estaban adhiriendo algunas personas con oscuras y secretas pretensiones de poder y notoriedad. Se acercan asimismo algunos que denotan escasa salud mental.
Todos los contratiempos y zancadillas quedan compensados y mitigados cuando constatas la ilusión que está poniendo la gente en esta faraónica construcción de ingeniería social que es Podemos. Miles y miles de personas donando millones de horas a la edificación de un proyecto común. Ha vuelto la alegría a sus ojos y sus vidas adquieren un nuevo sentido. Aunque semejante aspiración fracasase, esta experiencia vivida va a serles muy útil e inolvidable.
Amenazados constantemente por el boicot, la denuncia, la calumnia, la propaganda destructiva de los mas media al servicio del poder. Y es que cuando el pueblo se une se desatan muchos miedos en las altas esferas, que ven peligrar sus privilegios. El proyecto Podemos me hizo pensar en la Casa del Pueblo de una tribu africana (no recuerdo su nombre), a la que acudían su comité de sabios a deliberar sobre los problemas de la comunidad y se tomaban las decisiones surgidas en asamblea.
Se trataba de una gran choza circular con una puerta de acceso muy reducida y en la que no se podía permanecer de pie, pues su acotada altura no lo permitía. Había que inclinarse para entrar y también para pensar, salvo que tomasen asiento en tierra. Su palabra horizontal como el cuerpo en reposo.
Esa es la Casa del Pueblo que debemos construir, un hogar para todos, a la altura de un hombre en silla de ruedas, como va Pablo Echenique. Una choza austera, humilde y diáfana, sin leones en la puerta.
"Kalimera El·las" (2ª parte We can, too)
Los numantinos resistieron a cal y canto contra el Imperio romano, capitaneado por Escipion Emiliano. ¿Podrían representar Podemos y Syritza la nueva Numancia (Soria) contra el Imperio europeo?
Quizá represente un desideratum que unos pocos anhelamos y no llegaremos a ver nunca, habida cuenta del frenazo de Syritza en muchas de sus pretensiones. Ha puesto un bálsamo temporal a las heridas, no las ha curado.
Recuerdo a los griegos como muy entrañables, corteses y hospitalarios. Tuve la oportunidad de visitarles en cuatro ocasiones y jamás olvidaré a aquel fatigado campesino que nos ofrecía una hermosa y jugosa tajada de sandía, mientras se esforzaba en dibujar en aquel histórico suelo, el mejor camino para llegar a la playa de Kuta, en el extremo oriental de la isla de Creta.
Tal vez Tsipras haya perdido de vista que un sufrido pueblo como el suyo está dispuesto al mayor de los sacrificios e incluso hasta la inmolación, siempre que esté al servicio de la causa común, no para engordar aún más a sus codiciosos compatriotas, ni a sus amos del norte.
No es lo mismo agachar la cabeza para acceder a la Casa del Pueblo, que para humillarse ante el tirano. Si no queda más remedio se abandona el euro, vuelve uno al dracma y se restituye el orgullo de la nación Helena. ¡Poliorea El·las!
¿Estará Podemos a la altura de su pueblo si alcanza la cuota de poder suficiente o se medio bajará los pantalones al estilo Cantinflas, como ha hecho Syritza?
Todo esto aún no lo sabemos, pero lo que sí parece garantizado es el final, la inevitable extinción de un bipartidismo que no es tal, sino una única moneda, que tanto si sale cara como si sale cruz, siempre acaba jodiendo a los mismos: al pueblo llano, a los sufridos españoles, que perdieron con la guerra civil la oportunidad de estar un poco más al norte de Europa, con las cosas buenas del sur.
"Eufjaristó polí" y mucha salud y amor para todos. "Agapimú"
Quizá represente un desideratum que unos pocos anhelamos y no llegaremos a ver nunca, habida cuenta del frenazo de Syritza en muchas de sus pretensiones. Ha puesto un bálsamo temporal a las heridas, no las ha curado.
Recuerdo a los griegos como muy entrañables, corteses y hospitalarios. Tuve la oportunidad de visitarles en cuatro ocasiones y jamás olvidaré a aquel fatigado campesino que nos ofrecía una hermosa y jugosa tajada de sandía, mientras se esforzaba en dibujar en aquel histórico suelo, el mejor camino para llegar a la playa de Kuta, en el extremo oriental de la isla de Creta.
Tal vez Tsipras haya perdido de vista que un sufrido pueblo como el suyo está dispuesto al mayor de los sacrificios e incluso hasta la inmolación, siempre que esté al servicio de la causa común, no para engordar aún más a sus codiciosos compatriotas, ni a sus amos del norte.
No es lo mismo agachar la cabeza para acceder a la Casa del Pueblo, que para humillarse ante el tirano. Si no queda más remedio se abandona el euro, vuelve uno al dracma y se restituye el orgullo de la nación Helena. ¡Poliorea El·las!
¿Estará Podemos a la altura de su pueblo si alcanza la cuota de poder suficiente o se medio bajará los pantalones al estilo Cantinflas, como ha hecho Syritza?
Todo esto aún no lo sabemos, pero lo que sí parece garantizado es el final, la inevitable extinción de un bipartidismo que no es tal, sino una única moneda, que tanto si sale cara como si sale cruz, siempre acaba jodiendo a los mismos: al pueblo llano, a los sufridos españoles, que perdieron con la guerra civil la oportunidad de estar un poco más al norte de Europa, con las cosas buenas del sur.
"Eufjaristó polí" y mucha salud y amor para todos. "Agapimú"
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