viernes, 23 de enero de 2015

¿Es el piropo un insulto para la mujer?

Piropo procede del latín "pyropus", aleación de cobre y oro de color rojo brillante, (lo de batir el cobre o el oro lo utilizó Sigmund.Freud como metáfora comparativa entre la psicoterapia y el psicoanálisis) y del griego "pyropos", semejante al fuego, de color encendido.  Lisonja, alabanza dicha a una persona, especialmente cumplido halagador dirigido a una mujer.  Para mí, el hombre sería el cobre y oro la mujer.
Joan Corominas en su "Diccionario etimológico de la lengua castellana" añade además que el significante "Piropo" daba cuenta de una cierta piedra preciosa.  Término este que sufre un requiebro hacia 1843 o principios del siglo XVII, trasladando su sentido al emplearse con frecuencia en tratados y poesías retóricas como símbolo de lo brillante, y luego se empleó como comparación lisonjera para una mujer bonita.

La raíz de la palabra es "piro", que en griego significa fuego. De ahí surgen dos palabras actuales de "curso legal" como "pirotécnica", donde los cohetes serían piropos que dirigimos al cielo o los "anti piréticos", contra el fuego (fiebre) en nuestra cabeza.  Ambas acepciones, tanto la de la aleación cobre-oro, como la del fuego me parecen apropiadas para expresar lo que estalla en el impacto de la belleza con quien es capaz de vibrar en ese encuentro.  Y tanto me vale entre un niño y una niña, un niño y otro niño, una niña y otra niña, un hombre y un efebo, un hombre y una mujer, un hombre con otro hombre o una mujer con otra mujer.

El requiebro positivo que sufrió la palabra en el siglo XVII, que llegó a causar furor en los tiempos del amor cortés, donde se competía por alcanzar el piropo más bonito y original dedicado a la mujer, podría sufrir un nuevo trallazo en el siglo XXI, esta vez en sentido negativo, ya que algunos gobiernos, como el del partido conservador de España, están barajando la posibilidad de prohibir los piropos por considerarlos ofensivos para la mujer.

Necedad que no hace falta implementar, ya que el piropo está ya en fase de extinción desde que las mujeres decidieron sacarle brillo a su parte masculina.  El piropo agoniza por sí mismo al igual que una larga lista de buenos modales, como ceder el asiento a las personas mayores o necesitadas en los transportes públicos, ceder la vez o el paso a las mujeres, no escupir en presencia de los demás ni lanzar porquerías al suelo, apagar las colillas, restregar los gargajos o poner los intermitentes para anunciar una maniobra con el auto.  Todo lo que pueda halagar o ayudar a los demás está siendo obviado en la medida que ese gran Otro ha ido perdiendo peso y valoración en un mundo egoísta, insolidario y de comunicación encriptada.

(Continúa en el siguiente título "En contacto con lo ausente, omisión de lo presente. Un fluir sin tiempo)

En contacto con lo ausente, omisión de lo presente. Un fluir sin historicidad

Quienes llevamos décadas pisoteando las calles hemos podido percibir su progresivo deterioro como espació común.  De las casas con puertas entornadas donde accedía uno libremente a pedir algo de aceite, una pizca de sal o perejil, hemos pasado a los fortines con infinitas cerraduras, alarmas varias y vecinos que no te dan ni los buenos días.
La calle ha dejado de ser el lugar de encuentro de los vecinos, de la charla, del cotilleo. Ha dejado de ser esa suerte de espacio transicional, en el sentido winnicotiano, entre lo público y lo privado, esa especie de preconsciente entre lo pulsional reprimido y la conciencia de realidad del mundo y la de cada cual.

El piropo era muchas veces una guisa de carta de presentación que justificaba el acercamiento a una chica y un reto para doblegar la timidez y la intimidación que impone la belleza y encantos de lo femenino para quienes aman a las mujeres (también puede ser de nuestro agrado la parte femenina del hombre).
Haber sido un niño precoz en algunas cosas me perjudicó bastante, y recuerdo que mi primer piropo a una niña me costó un disgusto.  El maestro interceptó una misiva que le hice llegar a una niña que me gustaba, a través de las manos de mis compañeros de aula.  En el trozo de papel escrito en lápiz podía leerse:  "Estapé, eres muy guapa"  (la conocía por el apellido).   A mis 11 años de edad, mi gallardía fue premiada con un generoso sopapo de mi maestro fascista de turno, que tuvo a bien exponerme al ridículo ante toda la clase.

El último chasco, (y es que no escarmiento) fue hace ya bastantes años, cuando al cruzarme con una hermosa señorita le espeté:  "Felicita a tu madre por lo bonita que te ha parido", a lo que respondió ella con otro "piropo" ¡Vete a la mierda, hijo puta!
Si hay algo a lo que no puedo sustraerme es al arrobamiento negativo que me produce la percepción de que tras una fachada tan hermosa, pueda esconderse tanta fealdad.  Una mujer bonita usando un lenguaje grosero y vulgar, me produce un violento impacto.

Cierto es que existen piropos de muy mal gusto, soeces e inapropiados, que son auténticos insultos y eso es inadmisible. Pude haber ofendido a esa muchacha sin pretenderlo, caso de ser huérfana.
En ocasiones he conjeturado sobre cómo debe de sentirse una mujer tenida por muy inteligente y que los hombres sólo alaben su belleza.  Un ser tan complejo y completo como la mujer está expuesto a este tipo de encrucijadas.

La flamante y profunda psicoanalista lacaniana, cuya belleza irradia inteligencia, la doctora Mercedes de Francisco, menciona en su hermoso libro "Un nuevo amor", la verificación por parte de los estudiosos del tema, de la decadencia de los lazos entre los sujetos, fundamentalmente en los lazos amorosos.
Han visto cómo el amor se ha ido transformando en un acuerdo contractual de mercado, a consecuencia del capitalismo más salvaje y su anudamiento con la ciencia.  Ya Freud nos decía que cuando el amor está desvalorizado en una civilización, esto indica que dicha civilización está en decadencia.

El primer piropo humano es la calidez de la mirada del bebé a los ojos de su madre, piropo mutuo, brillo dorado del amor más profundo, resplandor que algunas mujeres han perdido cuando traen al mundo hijos-muñeco-compañía, alejados del deseo y del chispazo amoroso hombre-mujer.
El piropo tiene su origen en el "impacto estético" del que nos hablaba el doctor Donald Meltzer en el encuentro madre-bebé y si es elegante es bien recibido por la mujer en general, salvo alguna machorra feminista, que también las hay.  El piropo exalta la belleza y la alegría de vivir y, por tanto, no debiera erradicarse, salvo que pretendamos un mundo aburrido, triste y gris. A modo de conclusión, me gustaría deleitaros con un hermoso "poema-piropo" de Gutierre de Cetina, poeta lírico del siglo XVI.
                                                          Madrigales

                                                  Ojos claros, serenos,
                                                  si de un dulce mirar sois alabados,
                                                  ¿por qué, si me miráis, miráis airados?
                                                  si cuanto más piadosos,
                                                  más bellos parecéis a aquel que os mira,
                                                  no me miréis con ira,
                                                  porque no parezcáis menos hermosos.
                                                  ¡Ay, tormentos rabiosos!
                                                  ojos claros, serenos,
                                                  ya que así me miráis, miradme al menos.

Salud, amor y piropos para todos, que a los hombres también nos gusta ser halagados.

domingo, 4 de enero de 2015

¿Caligrafía Vs mecanografía?

La progresiva y cada vez más temprana implantación de la informática y sus respectivos dispositivos tecnológicos en la educación escolar está suscitando cierta controversia y numerosos interrogantes en torno a sus posibles consecuencias negativas, o no tan deseables.
La noticia de que en Finlandia, la meca del prestigio educativo, estaban por introducir la mecanografía ya en la educación primaria, ha generado cierto revuelo en los medios informativos. Si dejas pasar unos días antes de aporrear sobre el teclado tus impresiones u opiniones, resulta que ese remolino (trending topic) se ha instalado en torno a otra noticia y te envuelve la sensación de no estar nunca al día.  Vivimos en el ahora ya, en la antesala de la urgencia, en la inmediatez apremiante, en un bucle que impide generar pasado y ubica el futuro como una fuente de angustia.

Susanna Hukta, vicepresidenta de la Asociación de Profesores del Idioma Nativo, matizó que se potenciarán las manualidades y el dibujo, dado que la escritura a mano ayuda al desarrollo cognitivo y motor de los niños.  Y no sólo al desarrollo cognitivo o instrumental, como trataré de argumentar más adelante en "la letra con sangre entra".  Los psicólogos que han trabajado los tests gráficos de personalidad conocen la gran importancia del trazo, no sólo a través de la letra escrita, sino la gran cantidad de información que ofrecen los dibujos hechos por los niños, como el T.A.F o el H.T.P, es decir los dibujos sobre la familia o el famoso "House-tree-person".  La riqueza "grafista" acumulada en nuestro interior es nuestro carnet de identidad caracterológico y sin ese acopio de trazos no seríamos quienes somos.

Alguien de El Confidencial relacionaba este cambio de la caligrafía al teclado, como un avance propio de la puesta al día de la educación a las nuevas tecnologías, como en su momento lo fue el abandono de la enseñanza del latín.  La comparación en positivo con la eliminación del latín es una de las barbaridades más grandes que he leído, pues dicha amputación ha dañado gravemente, entre otras cosas, la evolución de las Humanidades en nuestro país.

Aparte de ser junto con el griego, el árabe y un buen número de voces de origen indoeuropeo, la base etimológica del español actual, por su estructura sintáctica declinatoria, ofrece modelos de pensamiento lógico y ordenamiento de las ideas con alto razonamiento crítico. No hay más que leer a Horacio y Cicerón, por citar un par de ellos, para percatarse de lo que estoy diciendo.  Esa debiera ser la puesta al día de la educación actual, recuperar la capacidad de comprensión, análisis y síntesis que nuestro modelo educativo atrofia o no consigue estimular adecuadamente. Urge recuperar a los clásicos para que lo moderno tenga sentido, de lo contrario seremos una sociedad esquizofrénica.

Cercenar la escritura a mano sería también perjudicial para el cerebro humano en tanto ésta activa la corteza motora del hemisferio cerebral izquierdo y la corteza sensorial de ese mismo lado.  Quedan implicadas asimismo áreas temporo-parieto-occipitales, sectores secundarios frontales y parietales, así como sectores terciarios frontales, prefrontales y el cuerpo calloso.  Algunos autores creen que la escritura es en realidad, el producto de la conexión de varias áreas del cerebro con el neocortex, aunque aun hay discrepancias respecto a la relación de la escritura con las áreas del lenguaje.

El proceso de construcción espontánea de la escritura, pasa por distintos niveles, siendo el primero de ellos el garabato (aglutinación de significantes indiferenciados).  Al inicio, dibujo y escritura no se discriminan y son la misma cosa.  Cuando logra separarlos, los dibujos persisten como parte de la escritura, pues para el niño son una misma cosa.
Más adelante consigue separar dibujo y escritura, aunque tiende a utilizar un único significante para varios significados (condensaciones).  Le sigue entonces la necesidad de asociar un significante a un único significado, aunque también suelen combinar letras con números.
A su vez se fortalece el desarrollo del lenguaje oral con la emisión y señalamiento de letras o vocales. Se asocian letras a sonidos construyendo sílabas hasta llegar a la escritura convencional en el largo itinerario de incorporación de las reglas ortográficas.

sábado, 3 de enero de 2015

"La letra con sangre entra" (cont.)

Lejos quedaron los días (años 50 y 60) del mamporro ante el encerado y la mirada asustada de los compañeros cuando uno cometía una falta de ortografía durante el dictado del maestro.
¿Es una cuestión de estética escribir correctamente, o alberga implicaciones más profundas?  Estamos constatando una progresiva degradación de "la lettre", de la escritura.

La charlatanería y el pensamiento único fanatizado ha desvitalizado el poder de la palabra escrita, el poder-en-ser del significante inscrito en nuestro interior. Nuestros cuerpos se transforman en superficies bidimensionales, emborronadas y laceradas por múltiples tatuajes que dibujan en la superficie de la piel, cual marca en la res, lo que somos incapaces de inscribir en nuestro interior como representación mental o figurabilidad capaz de dinamizar el mundo simbólico. Ahí radica la gran diferencia entre "vivir de la letra" o "vivir al pie de la letra", lo que implica un notorio empobrecimiento del mundo simbólico y sus consecuencias patológicas para nuestro psiquismo.

El aprendizaje de la escritura y la correcta ortografía incluye la adquisición e implantación de conceptos espaciales (formas geométricas, ángulos, rectas, orientación en el espacio arriba-abajo, derecha-izquierda y la inclusión del tiempo a través de la coma, el punto seguido, dos puntos, punto y aparte y diversas formas de pausa.  La relación de todo ello con la construcción de la imagen y esquema corporal son bien sabidas, a lo que debemos sumar las implicaciones en el campo de la ética que se derivan de la identificación con un método que auspicia el acto corrector, el repudio de la falta y la constatación de que no todo vale, de que el mundo de la escritura tiene reglas y normas que deben ser observadas y respetadas.

A este propósito apunta Ernest Gellner en su libro "El arado, la espada y el libro":  "Para una ideología social sostenida por la escritura, el énfasis en mandamientos o reglas constituye un modelo mucho mejor que la mera apoteosis de los conceptos".
Fue por medio de la veneración de reglas sagradas en lugar de las formas literalmente platónicas, que la ética basada en la escritura pudo forjar el superego monoteísta. El principal instrumento de lo trascendente fue la escritura, la cual tornaba incorpórea la Palabra y permitía su veneración sin importar el contexto.  Una clerecía con conocimiento de la escritura representaba una buena fuente de candidatos para las nuevas burocracias reales.

Al desplazarse el centro de gravedad del ritual a la escritura, como medio para inculcar e imponer las normas culturales, también tuvo que ocurrir un desplazamiento de los conceptos de las reglas o las prescripciones.
¿Estamos de regreso al mundo ritual-totémico aboliendo progresivamente la escritura?  Lo iremos viendo, pero lo cierto es que en la práctica clínica cada vez nos encontramos con más pacientes con dificultades de representación mental y capacidad de figurabilidad, lo que nos remite a la clínica del vacío, a los trastornos de la personalidad límite (borderline) o a estructuras y organizaciones psicosomáticas.  Espero y deseo que en Finlandia no pasen a la mecanografía hasta que la escritura y la ortografía estén suficientemente implantadas, de lo contrario lo van a pagar muy caro con otra generación de idiotas, y ya llevamos varias.
FELIZ AÑO 2015 A TODOS