martes, 8 de octubre de 2013

Independencia, independencias (1er Cat)

Como ya sabéis, la especie humana es el mamífero menos autónomo de todos los existentes, de hecho, si no fuese sostenido por una figura materna y un entorno favorable, fenecería. La progresiva autonomía del bebé hacia la adultez sería la consecuencia de su crecimiento biológico y mental.
La independencia, sin embargo, es un concepto socio-político, que no deja de ser una aspiración a la que debemos propender y, en muchos casos, luchar por alcanzarla. Quizá provenga del latín "pendere de.." (colgar de), de donde independizarse significaría dejar de colgar de, liberarse del lugar al que se está atado. ¿Se siente Catalunya atada por España contra su voluntad? ¿No se atan también voluntariamente los catalanes a los españoles? ¿Desean ser preguntados los catalanes si optan por atar su destino con España?
Debiéramos interrogarnos sobre todo este tipo de cosas en lugar de caer en guerras de Tirios y Troyanos.

La ansiada independencia es un tema de grado, pues nunca puede ser total en el seno de una comunidad en la que necesitamos de los demás y el tejido social actúa a la manera de un retículo que todo lo liga, conecta y anexiona.  Los hijos aspiran a independizarse de los padres y hacer su propia vida, aunque, hoy en día, la deriva a la que nos está conduciendo la globalización  total de los mercados y el capitalismo pirata y salvaje actual, ha revalorizado el nido materno como el punto de retorno de todos aquellos que han fracasado en la jungla de las relaciones de apareamiento o en el "mercadillo-prostíbulo-laboral".

Millones de personas están perdiendo su independencia y regresando a "casa", el que la tiene, en un bucle regresivo que infantiliza a la sociedad en su conjunto. Unas generaciones que trabajaron como burros, tienen en su vejez que mantener a hijos o nietos. Una auténtica vergüenza más de las muchas que hay. Esa pérdida de independencia, de libertad y autonomía se traduce en estados de ánimo depresivos, tensiones, violencia, malestar general o patologías mentales más severas.

"El treball enalteix l´home, la vagància l´envileix" (el trabajo enaltece al hombre, la vagancia lo envilece), proclama con gran acierto una placa en la Riera de Arenys de Mar (Barcelona). El hombre sin trabajo, sin oficio, sin sentirse necesario en su entorno, es presa fácil de la depresión, de la enfermedad física y/o mental, de todo tipo de vicios o adicciones. La gente va a "enterrarse"  en sus casas, apostándose el poco dinero que tienen y el que no tienen, en timbas de pócker u otro tipo de apuestas, que ahora pueden hacer por internet.  Patologías éstas de los "expulsados" de la rueda del consumo, que no van a tener más salida que el drama familiar, el dolor inconfesable e insoportable, la caída en desgracia y la muerte.
La Generalitat (Órgano de gobierno en Catalunya) le pide la independencia al Estado español. Ambas administran las miserias de sus respectivos pueblos, que NO SON PLENAMENTE LIBRES. Por lo que se trata de una guerra de administraciones, una guerra de poderes.  ¡Allá se lo confiten entre ellos! A la gente de a pie que nos dejen en paz, que ya tenemos bastante con llegar a fin de mes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario