domingo, 27 de febrero de 2011

El suicidio en la aldea de la hipocresía global

En este escrito me alejo un poco del planteamiento general de los anteriores(posteriores en esta lista), en los que ofrezco mis propias elaboraciones, para en este caso aportar las de algunos pensadores ya consagrados como María Zambrano , a quien rindo mi humilde homenaje.
Quizá porque dicha filósofa nos habla del suicidio colectivo de toda una cultura milenaria como lo es la europea, y el progresivo abandono de los ideales que acompañaron la Ilustración y el posterior estancamiento ideológico tras los cambios sociales y psicológicos que introdujo la Revolución Industrial y las revoluciones burguesas.
Tenemos la sensación de pertenecer a un mundo que se está disgregando y que puede evolucionar hacia un cambio muy positivo o hacia su destrucción total. Muchas personas que no soportan tanta angustia y tanta presión, han optado por quitarse la vida.


Hay conductas suicidas no reconocidas como ciertos accidentes mortales o algunas mutilaciones involuntarias de miembros. También lo son la asunción sistemática de riesgo o los repetidos intentos fallidos (generalmente por ingesta de fármacos), que tienen valor esencialmente relacional.
Quien se somete constantemente al riesgo tiene excesivamente magnificada la representación de su propia muerte, que al vencer, cuando no sucumbe en el acto de riesgo, lo vive como una afirmación narcisista megalomaníaca.
Un desafío a la muerte que, muy bien explicado por la Dra.Sophie de Mijolla-Mellor, lo relaciona como un ataque inconsciente a esos padres idealizados en nuestra infancia, a quienes habíamos atribuido una omnipotencia total.
Este tipo de conductas son muy frecuentes en la adolescencia, ¿a quién durante su adolescencia no le pasó por la cabeza la idea de suicidarse?. Los riesgos tóxicos con el alcohol, las drogas o la anorexia, estarían también en este grupo de conductas suicidas.
Los autores que estudiaron las tentativas de suicidio en los adolescentes (Jeanmet, Ph; Birot, E.,1994) señalaron el hecho de que la idea de la muerte tiene un valor organizador en la adolescencia. La idea de la muerte está unida al sentimiento de lo efímero, de ahí la facilidad de las identificaciones con los héroes románticos (léanse las desventuras del joven Werther).

La tentativa de suicidio puede presentarse como un procedimiento para restaurar una identidad perdida (el cuerpo prepúber en la anorexia) o una identidad delirante. Del mismo modo, la integración pulsional en la adolescencia, sobre todo en lo que se refiere a la homosexualidad, es un factor que favorece la conducta suicida. Entonces ésta aparece esencialmente en su valor relacional, ya se trate de una amenaza, incluso de un chantaje al entorno, o una llamada de socorro cuando la comunicación se ha roto.

Quisiera centrarme preferentemente en el contexto de desmoronamiento personal y social en el que aparece la idea de suicidio, se lleve a cabo o no. Mi aportación personal se va a centrar en el poema que dediqué a una buena amiga tras el suicidio de su hijo (poema incluido en TIZAS NEGRAS) y voy a estar muy orgulloso de presentaros algunas aportaciones sobre este tema por parte de gente de gran relevancia humana, artística y filosófica como fue nuestra erudita Maria Zambrano , a quien no se le ha otorgado todo el reconocimiento que merece.
A alguien que si, en vez de nacer en la España de los desposeidos, hubiese nacido en Alemania, por citar un país serio, hoy se la estudiaría en todas las Universidades del mundo junto a otros filósofos de la talla de Shopenhauer, Spynoza, Leibniz , Heidegger o Nietzsche.
Sus aportaciones en el estudio de los "sueños" en el ser humano, son dignos de ser rubricados por cualquier psicoanalista de los grandes. Quedé absolutamente maravillado por su enorme profundidad de pensamiento, su sutileza y exquisita sensibilidad.

En su extensísima obra se encuentra un trabajo titulado "El suicidio de Occidente y el suicidio de Adán". En 1973 le escribe una carta a Lezama Lima en la que le comenta que leyendo a Massignon se había reafirmado en la idea de que nunca el hombre occidental había tenido tanta vocación suicida como ahora.

En "Sociedad contemporánea y democracia" nos dice: "Cada época tiene sus males, hasta en lo físico. Es sabido que no siempre la Humanidad ha padecido los mismos azotes. La Edad Media sufrió el castigo de la lepra. El Romanticismo el terror y la atracción de la tuberculosis. Siempre hay una lepra y una tuberculosis. Pero el alma moderna tiene la particularidad extraña de amar sus enfermedades más que a sus bienes; de sentirse atraida por sus males, casi hechizada por ellos.
Pero este hecho de sentirse atraido por su propia enfermedad, avisa del carácter especial de ella, de su punto de resistencia. No es el cuerpo propiamente hablando, no es ningún órgano el afectado por el mal. Cuando la enfermedad nos atrae es que en ella está en juego nuestro propio ser; que se trata, no de una enfermedad que se tiene, sino que, en cierto modo, se es. Que quien está enfermo es el centro de nuestra vida, que se ha convertido en problema. Pero toda la vida es problemática; entonces, cuando sobreviene la enfermedad es que se ha hecho problema algo que no debe serlo." (...) y prosigue más adelante: "Claro espejo del hombre moderno, tenemos el mundo fantasmal que hoy nos rodea: un mundo pre-racional después que la razón lo ha habitado. Mundo pre-lógico después de un largo período de ejercicios del logos en todas sus formas.
Y esto: un mundo de "antes" en el "después" ¿no es la imagen más verídica del horror?. El horror es siempre del instante, porque surge una coincidencia de seres o de situaciones que no concuerdan. Y ahora, es horror del anacronismo de un mundo mágico en el que hemos recaído después de haber llegado a la plenitud de un mundo modelado por el logos. La situación de hoy es más intrincada porque la reaparición de ese mundo mágico se verifica como recaída, como retorno en medio de los restos de un pensamiento sin brío creador" ¿Son o no sabias palabras las suyas?

Al acabar la guerra se exilia en México y en 1986, estando nosotros ya en una supuesta democracia, le preguntan si se atreve a sospechar cómo está España. A lo que responde:
"Me temo que no. pero veo los informativos de televisión con cierta frecuencia y eso me quita la gana de vivir, no ya en España, ni en el mundo, sino en el universo. Es terrible lo feo que está el mundo. No hay un rostro de verdad, un rostro, puro o impuro, pero un rostro. El mundo está perdiendo figura, rostro, se está volviendo monstruoso. Y ahí hasta san Juan de la Cruz viene en mi apoyo: "la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura..." ¿cómo amar a un mundo que no tiene presencia ni figura? ¿cómo hablar siquiera de él? Sí, encuentro que el mundo se está vaciando de pensamiento.

Comparen ustedes la dimensión de estas reflexiones con la mediocridad de nuestra clase política actual, con personajes que no saben ni hablar y que llaman "presidenta" a lo que sólo puede ser presidente, como el que reside sólo puede ser residente y no "residenta".

Es también muy bonita y anticipadora en el tiempo la asimilación que hace a no poder amar algo que no tiene rostro ni figura, pues sabemos por la psicología actual que el niño, antes que al mundo, viene a un rostro, al rostro de la madre.

Alarman mucho las muertes de mujeres en manos de sus parejas, y hay motivos para ello, pero ¿qué estamos haciendo con la realidad de los miles de suicidios que se producen anualmente en España y en todo el mundo, y que se han ido incrementando alarmantemente con La Caida del Imperio Capitalista-financiero?

Quizá debamos recuperar la fuerza y el auténtico valor del logos al servicio del pensamiento y de la verdad, no al de los mezquinos intereses de una minoría oligárquica que se han repartido el mundo. Cuando un ser querido abandona nuestra comunidad por causa de la autólisis suicida, un frío manto de silencio y olvido se cierne sobre su recuerdo, quizá porque resulta doloroso enfrentarnos al mensaje que nos deja, tal vez movidos por la misma sutileza y cobardía que hace que a un desahucio lo denominemos "concurso de acreedores" para maquillar toda la crueldad del acto. Una sociedad hipócrita y perversa donde las halla.

TE FUISTE SIN DESPEDIRTE

A veces el tiempo
se desparrama todo
como las cuentas de un rosario
por las lágrimas de un niño.

De golpe ya no quedan oraciones
ni labios que las musiten,
ni cera en los panales,
ni viento en los arrecifes.

Y salen huyendo las catedrales
perseguidas por sus campanas,
y los bailarines confunden
la paciencia del Cascanueces
con la paz de la Bella Durmiente,
mientras eterna la noche
corrige sus partituras.

A veces el tiempo
se desparrama todo
y te pierdes en un bosque
sin nidos ni canciones,
subido a un tren sin freno
que sueña un paisaje sin estaciones,
cuando ya tus huesos son el pedernal
que encasta la vida contra el acero
y el brillo de los ojos tizones
se apaga con el dolor del mal,
se apaga con sabor a mar,
se apaga como un diminuto brasero
rebosando constelaciones.

A veces el tiempo
se desparrama todo
como el vino de una copa,
como el rocío en una hoja,
como un beso sin boca.

domingo, 13 de febrero de 2011

Libro de poemas "TIZAS NEGRAS"

Para los que quieran conocer mi lado poético, aquí os dejo un enlace a mi libro de poemas "TIZAS NEGRAS", que os permitirá bajároslo desde Megaupload.

Aqui tenéis el enlace: TIZAS NEGRAS

Este poemario recoge lo atesorado por la memoria emocional y las experiencias compartidas en diversos lugares de Eurpa, Asia y África, durante la década en la que trabajé mi mes de descanso estival como guía de turismo intercontinental.
Recoge también el dolor del niño interior que vio muchos suicidios en la vía del tren, mucha crueldad contra los animales, miseria y soledad. Una criatura que creía desde su ingenuidad que el mundo podía ser mucho mejor de lo que es.
Quiere expresar también el impacto estético de la belleza del mundo y ese atisbo de esperanza de que las partes creativas y bondadosas de las personas se impondrá sobre las destructivas.