Llevo días pensando en contestar toda esa bazofia impregnada de envidia que está arrojando el Real Madrid contra el Barça, aduciendo que todo lo que han conseguido es gracias a la ayuda de los árbitros.
Hoy que plasmo mi idea coincide casualmente con los 1000 días de Guardiola como entrenador del equipo, aunque S. Freud señalara que las casualidades no existen, sino que hay un secreto condicionante inconsciente que hace que las cosas no ocurran porque sí no más.
También se cumplen hoy unos 12.846 días aproximadamente desde que pasamos de ser una Dictadura-dura a una Dictadura-blanda, tras la máscara de una Democracia Parlamentaria en el endoesqueleto de una Monarquía.
Y es esa una de las causas por las que la Unión Europea nos está tirando de las orejas, y es que no nos podemos permitir con nuestro potencial real, tener más cuadros de mandos y jerifaltes que los propios Estados Unidos.
No podemos tirar de tanto jefe, jefecillo, adjunto de, secretario de, delegado de, senador de, Presidente de la Comunidad de, gerente de, parlamentario de, virrei de, embajador de, cacique de, señorito de, en fin, para no aburrirles más y resumiendo, que no puede haber tanta gente chupando de la teta de la vaca y tan poca produciendo quesos y mantequillas.
Las palabras del Presidente del Real Madrid refiriéndose al añejo Señorío del Club, me sonaron a totalmente obsoletas y a excusas de mal perdedor. ¡Vamos a recordar lo grandes que fuimos para no deprimirnos y no hacernos conscientes del fracaso de nuestro proyecto y de todo lo que hemos estado haciendo mal!. Distraeremos la atención sobre las supuestas trampas de nuestro díscolo y eterno enemigo.
Es muy fácil ser Señor cuando todos los demás son vasallos. El auténtico Señor es el que inclina su cabeza ante otro gran Señor, cuando se tercia.
Porque suponiendo que sea cierto que los árbitros ayudan intencionadamente al Barça, qué necesidad tienen entonces de mantener posesiones de balón que oscilan entre el 60 y el 80% en cada partido. ¿Por qué tienen que atacar todo el partido como si fuesen perdiendo? ¿Por qué no se dedican a coger margaritas por el cesped y dejarse caer de vez en cuando para que su amigo árbitro les regale un penalty?
Quienes vivimos esos años de gloria a los que usted se refiere sabemos cómo las gastaba su Señor club. Sin ir más lejos, yo mismo, como jugador que era de una peña azulgrana asistia gratuitamente a los partidos siendo yo adolescente. No he olvidado aún lo estupefacto que me quedé cuando un tal Velázquez , zancadilleado unos 10 metros fuera del área fue trompicando hasta caer dentro del área y su "man in black" de entonces, pitó penalty.
¿Compraba el Madrid los árbitros en aquella época? La verdad es que no creo que hiciese falta, era tal el miedo que infundía el Régimen que a los árbitros se les debía hacer un nudo en la garganta y a los linieres se les paralizaba el brazo cuando había que pitar contra su Señor equipo.
El Barça ha creado un magnífico grupo de trabajo y eso conlleva muchos años de hacer bien las cosas y de todo un plantel de personal técnico y ayudantes que funcionan unidos como una piña en el marco de una planificación a largo plazo.
Para que usted entienda a lo que se refería el gran Wilfred Bion cuando hablaba de las condiciones que debía reunir un Grupo para que fuese considerado de Trabajo, le diré que es totalmente lo contrario de un Grupo a lo Gran Hermano, donde sus miembros acaban arrastrados a la desubjetivación y al funcionamiento desorganizador de los Supuestos Básicos de ataque-fuga, apareamiento o dependencia. ¿O no es eso lo que sus seguidores anhelan que pase allí? Peleas, folleteos y vínculos personales basados en dependencias comensales, parasitarias o sado masoquistas, al servicio de unos telespectadores que ejercen de "voyeurs" (mirones) a través de la ventana digitalizada.
Guardiola funciona con el aplomo, humildad y "savoir fair" (saber hacer) que se espera de alguien que se haya psicoanalizado, dato que desconozco, pero que no me extrañaría en absoluto y encaja perfectamente con su extraordinaria personalidad. Su proyecto, que se anuda con el de J. Cruiff (a quien tuve el placer de seguir en algunos entrenamientos y en los partidos), y muchos otros, se asemeja más al de una gran familia que incorpora a las nuevas generaciones a un proyecto común.
Insisto en la idea de que es un trabajo de muchos años y que requiere de continuidad, de grandes jugadores y de una masa social que sabe que "son más que un club". Si queremos dar buen ejemplo a los jóvenes, sería más aconsejable que triunfe el proyecto Guardiola & Cia antes que el suyo, Señor Presidente del Real Madrid-al-Cielo desde el que usted nos divisa, encaramado a su elevadísima montaña de dinero.
Debiera usted saber que en las guerras, los mercenarios son los primeros en salir corriendo cuando vienen mal dadas, pues carecen del plus de moral que aporta el sentir que uno lucha en la defensa de unos ideales.
¿Acaso no tiene usted un equipo de mercenarios capitaneados por un narcisista resentido y lanzador de cócteles-difamaciones-molotov, a un auténtico profesional de la agitación? ¿Es ese el Señor que usted designa como sefensor del Señorio del Madrid? El triunfo de su proyecto sería la reedición de la infamia de Caín sobre Abel.
Un gran mecenas y un grupo de mercenarios no son suficientes para construir un gran equipo como el del Barça a no ser que se apliquen al gran "curro" que hay detrás.
También se han empeñado en afirmar que tienen el mejor jugador del mundo, cuando la UEFA ha designado a Messi (quizá este año se lo tendrían que haber otorgado a Iniesta o a Xavi).
Ustedes han adquirido un velocísimo fabricante de bicicletas, de gran fortaleza física, pero que en términos musicales, tocaría un par de instrumentos, en tanto que Messi posee infinidad de registros polifónicos y, aunque la efectividad goleadora sea semejante, el goce estético de ver jugar a uno u otro, es incomparable.
Y ya para finalizar, le preguntaría , Señor Presidente del Real Madrid, qué entiende usted por Señorío, pues según mis entendederas, una de las grandes cualidades de los Señores era saber deponer las armas a los piés del enemigo, siempre y cuando la envidia cainita no les impidiera reconocer su superioridad.
Mi agradecimiento a Guardiola y a este Barça por lo mucho que nos hace disfrutar a quienes amamos y entendemos el fútbol y que, ganen o no títulos, si no abandonan esta filosofía, seguiremos disfrutando de buen fútbol, aunque otros sean sus jugadores y otros sus espectadores. Mucha suerte a la gente de buen corazón.
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ResponderEliminarGracias Angel por tu comentario, desconocía que Guardiola había sido expulsado de los terrenos de juego en tan numerosas ocasiones.
ResponderEliminarBion hablaba de la pasión como un intenso sentimiento carente de violencia que surgía entre dos mentes o más. Guardiola sabe generar esa pasión por el buen fútbol y el amor a su profesión. Todo un ejemplo a seguir.